domingo, 2 de noviembre de 2008

Cotidiano I

Un relato breve, sin trama, una conversación entre dos personas que no conduce a nada, (¿por que todo tiene que conducir a algo?).

Salió de la habitación y vio que su hermana se encontraba en el umbral de la puerta de la cocina, ella le dijo: Ni me hables, ayer me dejaste plantada, mendigo. Él no sabia de que hablaba, sin embargo un dejo de sentimiento de culpa lo aquejo al oír tales palabras, no supo que responder, eran las nueve de la mañana de un domingo que estuvo precedido por un sábado de juerga, en tales circunstancias soy incapaz de fabricar una excusa, así que moví mis brazos simulando que mis manos eran pistolas, que disparaban balas de aire que se impactaban en la distancia que existía entre nosotros, explotaban en esquirlas multicolores, fuegos artificiales que dibujaban una sonrisa en tu rostro, pensaste: solo perdono a este cabron porque es mi hermano y de vez en cuando me divierte.

1 comentario:

krys dijo...

tienes la boca llena de razon...de ves en cuando me diviertes.